Presentación

"El trabajo no debe ser vendido como mercancía, debe ser ofrecido como un regalo a la comunidad"

Ernesto Che Guevara



Por el derecho que tienen los pueblos a saber su propia historia. Por el derecho a conocer sus tradiciones y cosmovisión indígena. Por el derecho a conocer la leyes que los amparan. Por el derecho a socializar el conocimiento liberándolo de la propiedad privada, del autor individual, la editorial, la fundación, la empresa, el mercado y cualquier otro tipo de apropiador que ponga precio a lo que es patrimonio de la humanidad.

Siguiendo el ejemplo de la cultura del regalo que practican los pueblos originarios de todas las latitudes y en la conciencia de que el otro, es también mi hermano: “sangre de mi sangre y huesos de mis huesos”, concepto que los indígenas de Venezuela resumen con el término pariente, he desarrollado esta página, con la idea de compartir estos saberes, fruto de años de investigación en el campo antropológico, para que puedas hacer libre uso de un conjunto de textos, muchos de los cuales derivaron del conocimiento colectivo de otros tantos autores, cuya fuente ha alimentado mi experiencia humana y espiritual.

A mis maestros quienes también dedicaron su vida a la investigación en este campo, apostando de antemano, que por este camino jamás se harían ricos, a los indígenas que me mostraron sus visiones del mundo, a los talladores, ceramistas, cesteros, tejedores, indígenas y campesinos que me hablaron de su oficio.

A Roberto y a Emilio quienes murieron en la selva acompañándome en aventuras de conocimiento, a mis colegas de los equipos comunitarios de Catia TVe, a los colegas de los museos en los que he trabajado, a mis compas de la Escuela de la Percepción, a mis amigas que me han apoyado y a los que me han adversado, mi mayor gratitud.

Lelia Delgado
Centro de Estudios de Estética Indígena
Leliadelgado07@gmail.com

lunes, 6 de junio de 2011

Pueblos Originarios: Curripaco- Wakuénai






Siglo XVI La diáspora de los Arawakos se extendió desde las Antillas mayores y menores hasta las llanuras del Amazonas desde tiempos muy tempranos Siglo XVII En 1756-1761 entra la expedición militar de  José Solano a sus territorios. Se fundan puestos de avanzada colonial; San Fernando de Atabapo, La Esmeralda, Solano, San Carlos de Rio Negro y Maroa. Entre 1745 y 1755 fueron víctimas de la captura  de esclavos  indígenas, que eran  vendidos en haciendas  brasileñas en la región del alto Rio Negro. En 1767 se declara el fin de la esclavitud indígena en Brasil y son  reubicados  a la fuerza en reducciones. Entre  1780 y 1790 se declara la epidemia de gripe, viruela y sarampión en toda la región del Rio Negro. Siglo XVIII Fracasa el proyecto militar y misionero  de vincular el alto y  el bajo Orinoco, a partir de la creación de caminos y fortificaciones, a causa de  la rebelión de los Ye’kuana en 1776, la cual movilizó  etnias Arawakas del Río Negro. Esta rebelión conformó una confederación indígena que permitió un período largo de organización  y defensa contra el saqueo colonial. Siglo XIX Los Curripaco regresan a sus territorios ancestrales  en el eje Guainía- Río Negro-Isana, a fin de reconstruir sus grupos de descendencia. En 1858 el chamán y héroe indígena, Venancio Camico,  declaró una insurgencia que  profetizó un gran incendio que destruiría a los hombres blancos y junto a ellos,  el sistema de endeudamiento instaurado por los comerciantes locales a  indígenas Curripacos, Baré y Baniwa..Siglo XXEl auge de la explotación cauchera a principios del siglo desató una nueva ola de violencia y explotación contra los Curripaco. El magnate del caucho, convertido en dictador criollo, Tomás Funes, asaltó pueblos indígenas en toda la región, devastando comunidades enteras. En 1923,  al  final del auge cauchero, Funes  fue ejecutado a manos de soldados amotinados en San Fernando de Atabapo. A diferencia de los Baré y otros grupos del Guainía, los Curripaco lograron sobrevivir huyendo hacia áreas remotas. Con la muerte de Funes regresaron  a los lugares en los que habían vivido sus abuelos

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