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Presentación
"El trabajo no debe ser vendido como mercancía, debe ser ofrecido como un regalo a la comunidad"
Por el derecho que tienen los pueblos a saber su propia historia. Por el derecho a conocer sus tradiciones y cosmovisión indígena. Por el derecho a conocer la leyes que los amparan. Por el derecho a socializar el conocimiento liberándolo de la propiedad privada, del autor individual, la editorial, la fundación, la empresa, el mercado y cualquier otro tipo de apropiador que ponga precio a lo que es patrimonio de la humanidad.
A mis maestros quienes también dedicaron su vida a la investigación en este campo, apostando de antemano, que por este camino jamás se harían ricos, a los indígenas que me mostraron sus visiones del mundo, a los talladores, ceramistas, cesteros, tejedores, indígenas y campesinos que me hablaron de su oficio.
A Roberto y a Emilio quienes murieron en la selva acompañándome en aventuras de conocimiento, a mis colegas de los equipos comunitarios de Catia TVe, a los colegas de los museos en los que he trabajado, a mis compas de la Escuela de la Percepción, a mis amigas que me han apoyado y a los que me han adversado, mi mayor gratitud.
Centro de Estudios de Estética Indígena Leliadelgado07@gmail.com
jueves, 9 de junio de 2011
Nuestros hermanos
La invasión europea significó la desarticulación de muchos pueblos originarios y la imposición de una guerra de exterminio en la que innumerables pueblos ofrendaron vidas, honor y bienes por defender territorios y culturas legítimamente heredados. Los que sobrevivieron las masacres, aquellos que se replegaron en los lugares más apartados de nuestro territorio, antes que dejarse subyugar, continuaron reproduciendo la diversidad de sus saberes, la estética seductora de sus oficios, la riqueza de sus idiomas, dentro un modo de vida comunitario en el que prevalece hasta hoy, la solidaridad, la cooperación y la mutua ayuda, en una suerte de rebelión soterrada y silenciosa.
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