Mareoka, el
creador
Sobre mitología e’ñepa se sabe poco. Para ello es
fundamental conocer la lengua a profundidad, lo que permitiría acceder a las
sutilezas de un complejo mundo mágico-religioso35.
De acuerdo con el relato mítico, Mareoka creó todas
las cosas: el fuego, el agua, el sol, el día, la noche, las plantas y los
animales, para que los hombres pudieran comer.
Al
igual que todo héroe civilizador, Mareoka enseñó a los e’ñepa los secretos de
su cultura: cómo utilizar cada cosa, reconocer las plantas y su uso medicinal.
De él aprendieron a hacer chinchorros, cerbatanas, arcos y flechas, así como
tejer cestas, usar las flautas y cantar en las ocasiones festivas.
En aquel tiempo los e’ñepa vivían en Arewa. Un día
Mareoka los visitó. “Mareoka preguntó a cada uno: ‘¿Qué quieres ser? ¿Quieres
ser venado, quieres ser baba, cachicamo, morrocoy, pava, mono?’. Así fue dando
nombre a cada uno para que conocieran a todos los animales. Algunos e’ñepa se
negaron a cambiar y se quedaron hombres”36. De esta manera se fue
produciendo la metamorfosis de los e’ñepa ancestrales en dantas, cachicamos,
monos, pájaros y babas, que todavía son “hombres en cuerpo de babas, por eso no
se deben comer”. Además creó las serpientes, que eran dardos de cerbatana de un
chamán. Los que tenían curare resultaron venenosos.
Entre los e’ñepa hay un vínculo profundo con el
cosmos. Para ellos, la luna era un e’ñepa a quien gustaban mucho las mujeres.
Cada vez que tomaba una, ella sangraba. Sus hijos son las estrellas que brillan
en la distancia. La aparición de las Pléyades (Yoore) y del cinturón de Orión (Pejka)
se celebra, pues señala la aparición del día y de la noche. Sus nombres están
relacionados con la estructura interior de su casa comunal.
Según el modelo cósmico e’ñepa, el mundo está
formado por un espacio que corresponde a la tierra, otro subterráneo, y un
tercero celeste. Estas dimensiones son traspasadas por el vuelo del i’yan.
El primer sol creado por Mareoka se apagó muy
pronto, y los cazadores no podían regresar a sus casas, quedando atrapados en
la oscuridad de la noche. Pero Mareoka siguió probando hasta que nació el
Niño-Sol. Mientras éste dormía había noche. Cuando su padre salía de cacería no
lo dejaban dormir hasta su regreso. Pero el niño creció rápido. Cuando adulto
se convirtió en Sol. “Entonces ahora la noche cae cuando él tiene sueño y viene
el día cuando ya se despierta”37.
En el mundo subacuático vive Amana, un ser
sobrenatural, a la vez coral y anaconda. “Amana expira un soplo multicolor como
su cola: es el arco iris que llamamos amanatachi,
soplo de Amana. De él depende la fuerza de la lluvia que cae según su agrado. A
veces, a pesar del sol caliente, la lluvia viene. Brota amanatachi y asusta. Da miedo a los e’ñepa. Esto ocurre cuando
Amana está bravo”38.
Para los e’ñepa el alma o iñeto es una suerte de fuerza vital que se sitúa en el pecho y en
los puntos del cuerpo en donde se sienten pulsaciones. En medio del sueño o de
los viajes producidos por la ingestión de drogas alucinógenas, el iñeto, invisible, se separa del cuerpo y
anda por el mundo. La muerte sobreviene cuando éste abandona el cuerpo para
siempre. Luego de los bailes funerarios y cantos de despedida, el alma parte
sola rumbo al país de los muertos: Arrona
o Arewa, ubicado en la montaña
sagrada del alto Cuchivero, lugar de origen del pueblo e’ñepa.
“Ko’cham son los espíritus, los que no quieren irse
de aquí cuando muere el cuerpo. Se quedan con nosotros un tiempo,
fastidiándonos hasta el pajpeto, la
gran fiesta que celebramos para los muertos”39.
NOTAS
1. Paul Henley, 1988. p. 223.
2. María Eugenia Villalón los llama e'ñapa, (1978).
3. Sobre lengua e’ñepa véase el Diccionario ilustrado e’ñepa-español, Marie-Claude Mattei-Müller,
1994.
4. Felipe Salvador Gilij, 1965.
5. Paul Henley, op.
cit. ,p. 225.
6. Ibid.,
p. 228.
7. Sobre geografía de los llanos véase Francisco
Tamayo 1 y 2, 1972.
8. Sobre actividades de subsistencia e’ñepa se
consultó en: Paul Henley, op. cit.,pp.
230-244, y Johannes Wilbert, 1966, pp. 25-27.
9. Johannes Wilbert, 1966. p. 33.
10. Ibid.,
p. 33.
11.La comida colectiva incluye a todos los hombres
del asentamiento, independientemente de su contribución (Paul Henley, op. cit., p. 272).
12. Ibid.,
p. 242.
13. Ibid.,
p. 271.
14. Los dos principios sobre los que se sustenta la
organización social de la producción entre los e’ñepa son la división sexual
del trabajo y la ausencia de derechos de propiedad sobre la tierra, la cual se
entiende sólo como derecho de usufructo. Al no haber propiedad de los medios de
producción, salvo de las herramientas de trabajo, dice Henley, nada impide a un
individuo tener acceso a los mismos (ibid.,
p. 270).
15. Johannes Wilbert, op. cit., p. 32.
16. Johannes Wilbert, op. cit., pp. 29-30.
17. Sobre parentesco e’ñepa consultar en: Johannes
Wilbert, 1966, pp. 36-42; María Eugenia Villalón, 1978; Paul Henley, 1988, pp.
257-263.
18. Miguel von Dangel, El Nacional, 27 de diciembre
de 1985.
19. Sobre pintura corporal véase Christian Valles
C., 1992.
20. Johannes Wilbert, op. cit., p. 29.
21. Sobre cestería e’ñepa, se consultó el texto Wapa… de Marie-Claude Mattei-Müller y
Paul Henley, 1978.
22. Marie-Claude Mattei-Müller y Paul Henley, op. cit., pp. 28-30.
23. Ibid.,
p. 18.
24. Ibid.,
pp. 55-68.
25. Ibid.,
pp. 70-80.
26. Marie-Claude Mattei-Müller, 1992., p. 47.
27. Paul Henley, op.
cit., p. 274.
28. En las familias polígamas, la primera mujer
casada domina a las demás Johannes Wilbert, op.
cit., pp. 35-37.
29. Paul Henley, op.
cit., p. 275.
30. María Eugenia Villalón, op. cit., p. 29.
31. Sobre chamanismo e’ñepa se consultó en Paul
Henley, op. cit., pp. 283-286.
32. Marie-Claude Mattei-Müller, op. cit., pp. 101-102.
33. Paul Henley, op.
cit., p. 286.
34. Ibid.,
pp. 279-281.
35. La aparición de Yoroko, confidencias de un chamán e’ñepa de Marie-Claude
Mattei-Müller ha permitido conocer más a fondo el mundo mágico-religioso e’ñepa
Marie-Claude Mattei-Müller, op. cit.,
pp. 65-66.
36. Paul Henley, op.
cit., p. 282.
37. Marie-Claude Mattei-Müller, op. cit., p. 38.
38. Ibid., pp.
144-146.
39. Ibid., p.
150.
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