Presentación

"El trabajo no debe ser vendido como mercancía, debe ser ofrecido como un regalo a la comunidad"

Ernesto Che Guevara



Por el derecho que tienen los pueblos a saber su propia historia. Por el derecho a conocer sus tradiciones y cosmovisión indígena. Por el derecho a conocer la leyes que los amparan. Por el derecho a socializar el conocimiento liberándolo de la propiedad privada, del autor individual, la editorial, la fundación, la empresa, el mercado y cualquier otro tipo de apropiador que ponga precio a lo que es patrimonio de la humanidad.

Siguiendo el ejemplo de la cultura del regalo que practican los pueblos originarios de todas las latitudes y en la conciencia de que el otro, es también mi hermano: “sangre de mi sangre y huesos de mis huesos”, concepto que los indígenas de Venezuela resumen con el término pariente, he desarrollado esta página, con la idea de compartir estos saberes, fruto de años de investigación en el campo antropológico, para que puedas hacer libre uso de un conjunto de textos, muchos de los cuales derivaron del conocimiento colectivo de otros tantos autores, cuya fuente ha alimentado mi experiencia humana y espiritual.

A mis maestros quienes también dedicaron su vida a la investigación en este campo, apostando de antemano, que por este camino jamás se harían ricos, a los indígenas que me mostraron sus visiones del mundo, a los talladores, ceramistas, cesteros, tejedores, indígenas y campesinos que me hablaron de su oficio.

A Roberto y a Emilio quienes murieron en la selva acompañándome en aventuras de conocimiento, a mis colegas de los equipos comunitarios de Catia TVe, a los colegas de los museos en los que he trabajado, a mis compas de la Escuela de la Percepción, a mis amigas que me han apoyado y a los que me han adversado, mi mayor gratitud.

Lelia Delgado
Centro de Estudios de Estética Indígena
Leliadelgado07@gmail.com

viernes, 15 de abril de 2011

Artesanía Viva. Carpinteros y tallistas




                                                                                                  

                                       





 
                                           “Jokojiarotu”,  el Señor del Sol, tomó su machete, y de un tronco
                                            talló el cuerpo de una mujer que resultó sumamente hermosa.
                                            Era tan bonita que al verla Jokojiarotu quedó enamorado.
                                            Pero no pudo casarse con ella porque era una mujer de palo.
                                            Entonces llamó a al pájaro carpintero, que comenzó a dar
                                           picotazos en la madera; al llegar a cierto sitio brotó un chorro de
                                           sangre. Entonces el Señor del Sol  se casó con ella y desde
                                           entonces siempre hubo dia y noche.
                                                                                             
                                                                                                      Mito Warao
Por: Lelia Delgado
Del libro:  Artesanía Viva
                           
                                    
La difícil sobrevivencia de la madera en climas tropicales no permitió  que se conserva un legado de objetos arqueológicos, sin embargo, las crónicas de los primeros viajeros que visitaron estos territorios señalan que las maderas fueron ampliamente utilizadas en la construcción de casas y la fabricación de herramientas y utensilios destinados a la agricultura, artesanía y navegación, lo que debió implicar una amplia observación de las peculiaridades de los árboles, así como de los procesos de corte y secado, determinados por el misterioso paso de crecientes y menguantes lunares.

Al igual que en otros oficios artesanales,  al sustrato indígena se sumaron  los nuevos conceptos y prácticas de la religión católica: De esta manera y bajo disposiciones obispales, repuntó  el trabajo artesanal de orfebres, ebanistas, pintores, escultores,  doradores y talladores de retablos de los templos que se fueron erigiendo, pues era requisito indispensable que cada iglesia contara con la imagen de su patrono, y ornamentos litúrgicos hechos al menos en plata.

De esta forma,  sencillos  aprendices de carpinteros y talladores mestizos,  poco a poco se introdujeron en el oficio de las tallas y retablos, dejando signos materiales de su religiosidad en imágenes que poseen características propias, como se observa en cristos, vírgenes, nacimientos y otras tallas de carácter popular, que en los “santos de botella”, rústicos oratorios en cuyo interior tallaron y pintaron imágenes religiosas, adquieren su mayor representación.

A estos primeros imagineros les han seguido talladores populares de la importancia de Agustín Montilla o Juan Félix Sánchez, auténticos herederos de un linaje  que se inicia en l época colonial. Sus santos, aunque ajenos a los cánones estéticos que hicieran posible su entrada y permanencia en altares de iglesias, continúan dejando viva la huella de su fe.

Actualmente, en casi todo el país y particularmente  en los pueblos de los Andes, Lara y Falcón, así como a todo lo ancho de la costa oriental, los artesanos de la madera han debido satisfacer necesidades elementales creando,  con las herramientas más básicas, un mobiliario doméstico en el que se encuentran sillas de paleta, baúles, taburetes, mesas, camas, alacenas, repisas y roperos. A la orilla del camino, bajo el tórrido cielo falconiano y larense, en las inmediaciones de Moruy y Santa Ana, con el cerro por único fondo,  encontramos rústicos carpinteros como Enrique Cemeco, Antonio Alvarez  y sus hijos, Armando Martín,  Purificación Noguera (Puro) y José de la Paz Silva (Pajita), haciendo sillas mecedoras y taburetes con el blanco corazón del cardón  (Cereus definiens Otto & Diert).
En las cercanías de Quíbor sobre antiguos lechos de quebradas agrietadas por la sequía, entre  Guadalupe y Carora en el estado Lara, hemos visto salir de las manos ásperas y diestras de sus artesanos,  que tallan a “punta de machete”, las más sutiles flores, cajas, vasos, fuentes, peines, cucharas de variados tamaños, así como extraordinarios frutos y animales, que más bien son pequeñas esculturas, cuyo fino acabado es el producto de interminables faenas de lijado, sellado y pulido manual,  en el que se resalta la verde veta de la vera (Bulnesia arbóreaJack), el negro del “quebracho”, el amarillo del “miguelito”, el naranja del cartán (Centrolobium paraense Tul), el rojo de la “sierra de iguana” o el morado del “nazareno” ( Casearia mariquitensis H.B.K) y otros tantos nombres que recuerdan antiguas toponimias.

 Se precisa mucha paciencia, pulso e imaginación  para convertir la sencilla humildad  del fruto del “taparo” (Crescencia cujete), en recipiente, utensilio o escultura.  Materia vegetal,  bellamente transformada en las manos del virtuoso Pedro Reyes Millán,  quién conoce como nadie los secretos que encierra este material bondadoso por la facilidad de su  cultivo, bajo costo y multiplicidad de  las formas que en su casa-taller en Barinas  talla,  dibuja, cala, graba con tal destreza que él mismo siente hacerse uno con el misterio que anima  la vida y movimiento de este fruto.

En los poblados indígenas del sur de Venezuela se usa una inmensa variedad de maderas duras y blandas  en la fabricación de objetos necesarios para la sobrevivencia, entre otros, cerbatanas, arcos, flechas, dardos y carcaxes. Algunas comunidades se distinguen por el tipo y calidad de sus objetos, tal es el caso de los Ye´kuana, pueblo de navegantes y constructores de curiaras, quienes también realizan tablas de rallar yuca,  bancos, armas sagradas, y bastones sonajeros  que en el pasado distinguían el rango de su portador, marcando con ellos el paso de las danzas. Hoy en día se fabrican con fines comerciales. Con el mismo propósito, los Warao del Delta del Orinoco tallan con la madera blanda del sangrito la rica fauna de su laberinto de caños y ríos,   en cuyos poblados todavía se conservan muchas de sus prácticas y creencias ancestrales.                              

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