Presentación

"El trabajo no debe ser vendido como mercancía, debe ser ofrecido como un regalo a la comunidad"

Ernesto Che Guevara



Por el derecho que tienen los pueblos a saber su propia historia. Por el derecho a conocer sus tradiciones y cosmovisión indígena. Por el derecho a conocer la leyes que los amparan. Por el derecho a socializar el conocimiento liberándolo de la propiedad privada, del autor individual, la editorial, la fundación, la empresa, el mercado y cualquier otro tipo de apropiador que ponga precio a lo que es patrimonio de la humanidad.

Siguiendo el ejemplo de la cultura del regalo que practican los pueblos originarios de todas las latitudes y en la conciencia de que el otro, es también mi hermano: “sangre de mi sangre y huesos de mis huesos”, concepto que los indígenas de Venezuela resumen con el término pariente, he desarrollado esta página, con la idea de compartir estos saberes, fruto de años de investigación en el campo antropológico, para que puedas hacer libre uso de un conjunto de textos, muchos de los cuales derivaron del conocimiento colectivo de otros tantos autores, cuya fuente ha alimentado mi experiencia humana y espiritual.

A mis maestros quienes también dedicaron su vida a la investigación en este campo, apostando de antemano, que por este camino jamás se harían ricos, a los indígenas que me mostraron sus visiones del mundo, a los talladores, ceramistas, cesteros, tejedores, indígenas y campesinos que me hablaron de su oficio.

A Roberto y a Emilio quienes murieron en la selva acompañándome en aventuras de conocimiento, a mis colegas de los equipos comunitarios de Catia TVe, a los colegas de los museos en los que he trabajado, a mis compas de la Escuela de la Percepción, a mis amigas que me han apoyado y a los que me han adversado, mi mayor gratitud.

Lelia Delgado
Centro de Estudios de Estética Indígena
Leliadelgado07@gmail.com

martes, 12 de julio de 2011

Las múltiples formas de la resistencia cultural.




La memoria  del pueblo venezolano hunde sus raíces en un  período muy largo de nuestra historia. Si queremos comprenderla, debemos atravesar el umbral de los modos de vida  de los pueblos originarios, cuya acumulación de saberes, conforma la herencia sobre la que se sustenta la diversidad cultural que nos distingue y particulariza.
Los pueblos anteriores a la invasión europea,  desarrollaron en más  de 15.000 años,  diversos niveles de organización social: desde bandas de cazadores y recolectores, apropiadoras de los recursos naturales, hasta  sociedades igualitarias  de agricultores  y ceramistas sedentarios, algunas de las cuales devinieron, en cacicazgos jerarquizados.
La invasión europea, la conquista y colonización no se realizaron sobre un territorio despoblado y sin cultura, de allí que las metas inmediatas de los colonizadores y misioneros,  fueran despojar a los indios de sus tierras, desestructurar su organización social y abolir su autonomía política, con la imposición  de una cruenta y larga guerra de exterminio,  en la que hombres y mujeres de estas tierras,  ofrendaron vida, honra  y bienes, para defender lo que era su legítima heredad.
Los que  sobrevivieron a  las enfermedades de los colonizadores,  a las  masacres y a la caza de esclavos, se replegaron en los lugares más apartados de nuestro territorio,  hasta allí  llegó el grito libertario de la guerra de independencia,  a la que se unieron conformando la soldadesca  del pueblo llano que aspiró, sin conseguirlo, al derecho a sus tierras ancestrales y a la emancipación  igualitaria que sus líderes prometían.
 Es hora de  dar la palabra a los pueblos   que emergen de un silencio  secular, para que se haga   visible  su historia,  la diversidad de sus  culturas, la estética seductora de sus artes, la riqueza de sus idiomas, el misterio de sus mitos y ritos, los cuales han sabido preservar hasta hoy,  dentro de  un modo de vida comunitario en el que prevalece la solidaridad, la cooperación,  la mutua ayuda y el respeto por  la naturaleza,  en  una suerte de  rebelión  soterrada y silenciosa, que  se expresa  en múltiples formas  de  resistencia cultural.


  

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